Bilbao ha sido la protagonista del cuarto viaje en nuestra entrega semanal con Jorge Carrasco, de Viajes Carrefour. Una ciudad, en palabras del propio Carrasco, “hecha a sí misma”, erigiéndose como la capital del norte. Se trata de la casa del Museo Guggenheim, una de las tres ‘patas’ a las que se liga íntimamente su historia junto con la industria del hierro y su ría.
La capital vizcaína se presenta como una combinación explosiva de naturaleza, arquitectura vanguardista y gastronomía. Una localidad en auge que puede sorprender a todo tipo de viajeros y que destaca, entre otra infinidad de cosas, por su desarrollo y la arquitectura vanguardista.
El origen de ello lo podemos encontrar en 1992 cuando fue elegida para albergar una de las sedes Guggenheim en Europa, algo que ha cambiado la fisionomía y el estilo de vida de los bilbaínos. Desde entonces no ha dejado de crecer si bien, al margen de dicho museo, es posible ver obras por sus calles de hasta 5 premios Pritzker de arquitectura. La cultura y el arte bilbaíno, como vemos, no sólo se resume en el Guggenheim y también podemos visitar durante nuestra estancia el Museo de Bellas Artes. En el plano eclesiástico, la Catedral de Santiago o la Iglesia de San Antón destacan sobre el resto.
Complementario a la modernidad del Guggenheim se presenta lo clásico del Casco Antiguo de Bilbao, una visita imprescindible. Siete calles perpendiculares lo conforman desde hace algo más de 700 años junto a la ría, siendo el principal núcleo comercial del norte peninsular. Una de las zonas más bonitas de la ciudad es sin duda la ría y sus inmediaciones con sus obras arquitectónicas. Es y ha sido, sin duda, el motor económico. A lo largo de sus 23 kilómetros atraviesa Bilbao para desembocar en el Mar Cantábrico y dividiendo la ciudad en dos zonas claramente diferenciadas.
Aparte de estos tres puntos que se presentan como ejes para cualquier visita turística, Bilbao ofrece otros puntos de interés como el Teatro Arriaga, el Mercado de la Rivera o la Plaza Nueva. La gastronomía es otro de los puntos fuertes de la ciudad y otra forma de hacer turismo es recorriendo las calles del casco antiguo y sus bares de pintxos. Además, su situación estratégica también nos permite conocer otras ciudades cercanas como San Sebastián, Zumaya, San Juan de Gaztelugatxe, Zarauz o Guernica.