24 horas. Ni más, ni menos. Mañana sábado, 24 de julio, se pone fin a uno de los retos más exigentes que hemos conocido. 2.200 kilómetros que José Antonio Nieto completará, ya saben, para dar visibilidad y tratar de recaudar fondos para la familia Gómez Oñate. Una gesta que arrancaba el pasado 28 de mayo y, desde entonces, casi 60 días sin descanso en un trayecto que arrancaba en Irún. En la cabeza de este ubriqueño comenzó un tiempo antes cuando pensó en su particular Camino de Santiago desde la localidad vasca, con posterior paso por Muxía y Finisterre para terminar haciendo la vuelta en sentido inverso hasta Ubrique como una manera de contribuir a esta causa. No fueron pocos los que pensaron que estaba loco. Reconoce que fue el primero que lo pensó e incluso dudó sobre si sería capaz de terminarlo.
A un día para completar esta hazaña, José Antonio Nieto asegura encontrarse bastante bien y hasta sorprendido por la buena respuesta de sus pies, que solo tienen a día de hoy pequeñas ampollas en los laterales. También tiene algunas dolencias en la zona lumbar, fruto de la mochila, de unos 14 kilos, que ha llevado a sus espaldas todo este tiempo. Defiende que mentalmente se preparó muy bien antes de empezar. Vicente Gómez fue uno de los que le ayudó en la preparación, tanto física como mental. Les une la amistad pero también algunas experiencias como la 101 kilómetros de Ronda en la que Nieto pensó en abandonar cuando había superado casi tres cuartas partes del recorrido. Todo ello le ha servido de aprendizaje en un reto donde, lo peor, ha sido la soledad, el tiempo y la distancia que ha estado sólo, sin poder hablar con nadie.
Para hacer referencia a un período grande de tiempo se suele decir que ha llovido mucho aunque a José Antonio Nieto, si algo le ha caído, sobre todo en estas últimas semanas, ha sido calor. El de Extremadura y el de Andalucía. Ello le ha llevado a modificar sus horarios, al consecuente trastorno del sueño en unas semanas donde la mochila pesa más por todos los kilómetros que se arrastran y donde la compañía es casi nula, tanto en el camino, como en las interminables horas de descanso. Claro que ha pasado momentos malos, pero él, optimista ante cualquier circunstancia, prefiere reservárselos. Ha sido en esos momentos cuando han aparecido los otros protagonistas de este reto. Los otros ‘bastones’ además de los dos que lleva en el camino, y que también han servido para que José Antonio Nieto se sustente, se mantenga en pie y consiga dar un paso más, y otro y el siguiente. En estos casi dos meses también ha habido tiempo para las sorpresas, para reencontrarse con familia y coincidir incluso con vecinos del pueblo. Ya saben el dicho ese de que “hay gente de Ubrique en todos los sitios”. Eso también le ha proporcionado el empujoncito que le hacía falta en algunos momentos además de todos los que han estado ahí y no han faltado ni un solo día: sus amigos, su gente del Club Senderismo 3 Caminos, pero sobre todo, su familia más cercana. Y otro bastón. Aunque más que eso, Benjamín Castellano lo define como “el motor del reto”, que no es otro que el fin que persigue. Daniel Gómez y su familia han estado presentes en cada momento de bajón, en cada parada a beber, en cada cura de las ampollas que han ido apareciendo y en todas esas veces en las que ha podido pensar que no podía más.
Las redes sociales también han jugado un papel fundamental y Benjamín Castellano ha sido uno de los máximos responsables. Asegura que es cuestión de aportar cada uno en lo que ha podido y que no es más que la labor de un club, de un equipo. Consciente de que había que crear un instrumento que diera a conocer todo el contenido de tantos días, tiró de Facebook, Instagram y Twitter, centralizando todas las noticias, imágenes y vídeos desde un mismo canal. Además, afirma que la frescura de José Antonio, que ha tenido acceso en todo momento a este instrumento ha aportado mucho y ha contribuido a la gran repercusión alcanzada. Todas las entradas llegaban, en cuestión de una o dos horas a unas 3.000 personas, con picos de 7.000 y una media de casi 5.000 por publicación. Algunas, como el ya famoso vídeo nocturno en el que José Antonio aparecía asustado por los ladridos de unos perros, alcanzaron las 11.000 visualizaciones y, además, quedarán para el recuerdo. La mayoría de seguidores en redes han sido vecinos del pueblo que, eso sí, una vez compartían los contenidos, la difusión de estos ya se volvía incontrolable. A la difusión, evidentemente, también han contribuido todas las charlas que ha podido mantener José Antonio Nieto con los peregrinos con los que se cruzaba por el camino, muchos de ellos interesados en aportar su granito de arena. Eso es lo mejor del viaje, confiesa.
Aunque si tenemos que hablar de lo mejor del viaje, quizás deberíamos esperar a saber lo que ocurre este sábado, día que se presupone de emociones y de reencuentros de José Antonio con todos los que hemos mencionado antes. Amigos, familia, compañeros del club, a buen seguro que no son pocos los que no se quieren perder ese momento que pondrá punto y final a algo que, además de un reto, es una experiencia vital. Muchos serán los abrazos, también algunos besos, y más de una lágrima se escapará una vez José Antonio alcancé la meta.
‘Mis pasos hoy serán los tuyos mañana’, fue el lema elegido para esta aventura. Casi dos meses después, Daniel Gómez está un poco más cerca de conseguir esas ansiadas prótesis. José Antonio Nieto pensó que esta era una buena manera de contribuir a esta noble causa y, de lo que no cabe duda, es que esos pasos, esas pisadas, han dejado una huella imborrable. Tanto para la sociedad ubriqueña, al propio Daniel y su familia, a todo el que ha conocido el reto, pero también para él. ‘El Camino’ es algo que recomienda Nieto a todos para que lo hagamos al menos una vez en la vida. A poder ser solos, para que nos reencontremos con nosotros mismos y compartamos la aventura con otros peregrinos. Volveremos cansados, seguro, aunque no sé si tanto como José Antonio, pero también volveremos siendo más humanos, con la falta que le hace a este mundo gente así.