Cómo afectan las altas temperaturas a los perros y que recomendaciones hay que seguir para evitar un golpe de calor. El sentido común es el primero, el segundo pensar que si nosotros tenemos calor, ellos también, incluso más. De hecho hay que tener en cuenta que un perro no suda, tan sólo refrigera el cerebro jadeando por la boca, por lo que conservan el calor en el cuerpo. Esto los hace vulnerables durante el verano y especialmente cuando llega una ola de calor.
De ello hemos hablado hoy en La Mañana en ‘La Mañana’ de Radio Ubrique el espacio ‘Hablemos de perros’ el espacio sobre cuidados y educación de nuestros animales, que le ofrecemos cada lunes con la colaboración del ubriqueño Antonio García, presidente de la Asociación Española del Perro de Agua Español (AEPAE), autor del estándar oficial de la raza hace ya 40 años, licenciado en Psicopedagogía, máster en Psicología, Educación, y Desarrollo por la UCA, y máster en Terapia Asistida por Perros en la Universidad de Sevilla.
Mantener a nuestro perro en un ambiente fresco y bien hidratado es el punto de partida para paliar las altas temperaturas, no salir a la calle en las horas de más calor, entre las 12 y las 18 horas y prestar atención a las señales que puedan indicar un posible golpe de calor. Esto es aceleración del ritmo cardíaco con una respiración rápida y nerviosa, temblores, debilidad muscular y falta de equilibrio. Refrescarlo de manera paulatina por zonas y acudir al veterinario es el paso a dar, si se registra un episodio como este.
Antonio García, máster en terapia asistida por perros en la Universidad de Sevilla