La cría de alpaca en la Sierra Sur de Perú ha sido el proyecto de desarrollo planteado por la delegación en Ubrique de la ONG Madre Coraje, a la Mesa de la Solidaridad. Unas 200 familias de siete comunidades distintas en la provincia de Angaraes, se beneficiarán de la subvención de 7.500 euros con la que ha sido asignado el proyecto. Desde que entró a formar parte de la Mesa para la Cooperación, Desarrollo, y Solidaridad de Ubrique en 1999, la asociación Madre Coraje ha financiado a través de este órgano un total de 22 proyectos en Perú y Mozambique. De la ayuda internacional y del trabajo que se realiza en Ubrique con la recogida de aceite y ropa usada en tiempos de pandemia, hemos conversado hoy el responsable-voluntario de Madre Coraje en Ubrique, Juan Chacón.

Madre Coraje presentaba la tercera fase de un proyecto más amplio, que desde hace dos años se está realizando en Perú, mediante la financiación de otras administraciones, con un montante global de 98 mil euros. Las actuaciones pasan por la mejora de los pastizales, el tratamiento de la tierra, la captación de aguas y la creación de aljibes o la selección del ganado para su cría.

Durante estos 21 años de participación en la Mesa de la Solidaridad, Madre Coraje ha apoyado a colectivos de mujeres y jóvenes en defensa de los derechos humanos para la igualdad. En relación al desarrollo económico destacan proyectos como la construcción de 2 presas que ahora llevan agua a las comunidades cercanas contribuyendo a su desarrollo humano y agropecuario. Otros proyectos consistieron en la adquisición de un pequeño camión para apoyar la comercialización de un centro productor de esteras, la instalación de huertos y la producción de abono orgánico, la puesta en marcha de módulos de cuyes (cobaya que se cría para consumo humano) y de elaboración de sombreros.

Además de los fondos entregados mediante subvención en la Mesa de la Solidaridad, Madre Coraje financia los proyectos de desarrollo con las conocidas campañas de recogida de ropa usada y aceite. La actual pandemia ha perjudicado esta línea de intervención, ya que por un lado, se acumula el stock en los almacenes que no pueden hacer llegar a su destino y por otro, se ha devaluado el precio de venta de la ropa usada, pasando de 50 céntimos el kilo a 20 céntimos. Con respecto al aceite los excedentes si se pueden vender para combustible y cosméticos.

Madre Coraje comenzó a andar en Ubrique en 1991 y desde entonces viene recogiendo todo tipo de materiales reciclables, logrando aunar los objetivos de la solidaridad y la sostenibilidad y conservación de nuestro medio ambiente. Desde aceite hasta ropa usada, o radiografías, entre otros, que pueden llevarse hasta la sede de la asociación en la calle Nuestra Señora del Carmen, o bien usarse los 11 contenedores de ropa y 9 de aceite repartidos por la localidad.

Juan Chacón, responsable-voluntario de Madre Coraje en Ubrique