Completo capítulo hoy el de nuestra sección ‘Cuaderno de Campo’, en el que hemos conocido las novedades que presenta la reeditada Guía del Excursionista del Parque Natural Sierra de Grazalema a través del propio autor, Manuel Becerra, o también una interesante investigación desarrollada por el naturalista jerezano José Manuel Amarillo que demuestra la presencia del buitre quebrantahuesos a principios del siglo XX en las cercanías de Benaocaz.
Todo ello, como siempre gracias a la colaboración del naturalista ubriqueño Manolo Canto, quien nos ha ofrecido algunos detalles de la nueva guía de la Sierra de Grazalema, que introduce nuevas rutas a la primera edición ya agotada, aportando además todos los detalles sobre la flora, la fauna, e incluso las fiestas y usos tradicionales de las distintas poblaciones serranas. Su autor, Manuel Becerra, nos ha acompañado en el programa de hoy para ofrecernos un anticipo de esta obra que se presenta esta misma tarde en Grazalema.
Por otra parte, Cuaderno de Campo ha mirado hacia un ejemplo de la fauna de la comarca ya desaparecido, como es el caso del buitre quebrantahuesos. Así, nos hemos hecho eco de un artículo publicado por el naturalista jerezano José Manuel Amarillo, titulado el Tajo de Verner,…o como descubrimos los nidos de quebrantahuesos 100 años después, que viene a corroborar la existencia de quebrantahuesos a principios del siglo XX en el Parque Natural de Grazalema, pero con el añadido incluso de localizar las zonas de anidamiento de estos buitres, gracias a los datos y las ilustraciones del libro de 1908 “My life among the wild birds in Spain” (Mi vida entre las aves silvestres en España) del británico William Willoughby Cole Verner. Una historia que sin duda merece la pena descubrir.
Además de todo ello, no nos hemos olvidado del bioconsejo de la semana, y de otra de las secciones habituales del programa dedicada a las setas de nuestro entorno. Hoy los ‘boletos‘ han sido los protagonistas, sobre los que Manolo Canto nos ha explicado sus características, tipos e incluso su valor gastronómico. La recomendación, recolectar sólo los de carne blanca, puesto que entre las de carne amarilla se encuentran especies de gran toxicidad como los boletos de satanás.
La Mañana, ‘Cuaderno de Campo’