Los probióticos son microorganismos vivos que en las cantidades adecuadas aportan grandes beneficios para la salud, al aumentar las defensas del sistema inmunitario, previniendo enfermedades infecciosas e inflamatorias, como diarreas, úlceras, bronquitis y alergias. Su consumo está recomendado en situaciones de desequilibrio de la flora intestinal, que suele ocurrir después del uso de antibióticos, el estrés o cuando no se tiene una alimentación saludable. Por su parte, los prebióticos son fibras que sirven de alimentos para los probióticos y que favorecen su supervivencia y proliferación en el intestino, que podemos encontrar por ejemplo en la avena, cebolla, ajo, o el plátano verde. Hoy nos lo ha explicado Ana Salguero en «El Herbolario de Ana», el espacio semanal en ‘La Mañana’ de Radio Ubrique que ofrece recomendaciones y consejos basados en la medicina natural.
Entre los beneficios de los probióticos, se han constatado el fortalecimiento del sistema inmunológico, la prevención y tratamiento de la diarrea infecciosa y de enfermedades gastrointestinales (como en el síndrome de intestino irritable, colitis ulcerosas y la enfermedad de Crohn), el alivio del estreñimiento, o la protección de la salud cardiovascular, pero también frente a alergias, infecciones del tracto urogenital y respiratorias, intolerancia a la lactosa, o incluso para mejorar la salud mental.
Para tomar probióticos tenemos dos posibilidades: aumentando el consumo de alimentos que son considerados como probióticos naturales, como el yogur, el kéfir (producto fermentado con levadura y bacterias, semejante al yogur), y el chucrut (preparación culinaria a través de la fermentación de las hojas frescas del repollo o de la col), o bien a través del uso de suplementos con probióticos.
Los suplementos podemos encontrarlos en diversos formatos, como cápsulas, líquidos o sobres para las personas adultas, y en ampollas o gominolas en el caso de los niños, para los que también tienen beneficios frente a diversas patologías. Entre los más importantes Bifidobacteria animalis, Bifidobacteria bifidum, Bifidobacteria longum, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus reuteri, o Lactobacillus rhamnosus.
Ana Salguero en «El Herbolario de Ana»