“Seda” del italiano Alessandro Baricco, lo nuevo de Antonio Muñoz Molina, “No te veré morir” y la novela juvenil “La lección de August” de Raquel Palacios, protagonizan hoy con Isa Vázquez de Librería El Alambique, las recomendaciones literarias de “Lecturas de Otoño”.
“Seda” de Alessandro Baricco

Según el propio autor “Seda” no es una novela. Ni siquiera es un cuento. Esta es una historia. Empieza con un hombre que atraviesa el mundo y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento. El hombre se llama Hervé Joncour. El lago, no se sabe. Se podría decir que es una historia de amor. Pero si solamente fuera eso, no habría valido la pena contarla. En ella están entremezclados deseos y dolores que se sabe muy bien lo que son pero que no tienen un nombre exacto que los designe. En todo caso, ese nombre no es amor.

“No te veré morir” de Antonio Muñoz Molina

No te veré morir es una novela sobre el poder de la memoria y del olvido, la lealtad y la traición, los estragos del tiempo y la obstinación del amor y sus espejismos. La conmovedora historia de una pasión frustrada por la vida y un hermoso retrato de la vejez escritos con una delicadeza extrema.

Durante su juventud, Gabriel Aristu y Adriana Zuber protagonizaron una apasionada historia de amor que parecía destinada a durar para siempre. El futuro, sin embargo, tenía otros planes para ellos. Separados durante cincuenta años por un océano de incomunicación, ella atrapada en la España de la dictadura, él viviendo el éxito profesional en Estados Unidos, vuelven a encontrarse en el ocaso de sus días. Miradas, caricias, deseos acallados y viejos reproches dejarán paso entonces a la constatación de que la nostalgia de aquel primer amor lo es también de la persona que una vez fuimos.

“La lección de August” de RJ Palacios

Publicado en febrero de 2012 “La lección de August” es un libro estadounidense juvenil (Wonder) escrito por Raquel Jaramillo Palacio.

August Pullman es un niño de 10 años que nació con el Síndrome de Treacher Collins, un trastorno genético caracterizado por malformaciones craneofaciales. Sus padres lo sobreprotegen y lo tratan como a un niño pequeño, lo que hace que algunas veces, su hermana mayor, Olivia, se sienta desplazada. Debido a varias intervenciones quirúrgicas y a los cuidados requeridos, nunca ha asistido al colegio, recibiendo enseñanza doméstica por parte de su madre, hasta que llega la Secundaria.

Lecturas de Otoño 30 de octubre 2023