Reunidos en asamblea, la Asociación de Vecinos de la Plaza de la Verdura y Casco Antiguo decidía el pasado viernes descartar la realización del Belén Viviente 2022, que en este año hubiera alcanzado la XX edición. Por tercer año consecutivo, las calles del Casco Antiguo se quedarán sin el evento navideño de mayor  magnitud de Ubrique, que en las últimas ediciones había concentrado a miles de visitantes. Este fue el caso del XIX Belén Viviente celebrado el pasado 14 de diciembre de 2019, que conseguía recaudar un total de 4.942 euros. Si la pandemia nos dejó sin Belén en 2020 y 2021, en este 2022 las causas son otras. De ellas hemos hablado hoy con María Carmen López, secretaria y portavoz del colectivo vecinal, quien nos ha informado de la alternativa planteada para el 17 de diciembre: una zambomba navideña vecinal.

Por un lado, ha costado retomar la actividad tras los dos años de parón a causa del covid, llegando tarde para buscar los personajes esenciales u otros aspectos que son prioritarios para el desarrollo del mismo. El tiempo se ha echado encima y complica iniciar ahora una organización de una actividad vecinal de tal dimensión para la que se requieren colaboraciones y también cambios. La próxima edición del Belén sería en 2023 y tendría que llevarse a cabo con modificaciones, se proponen cambios en los precios, la organización del trabajo e incluso de manera más interna la propia renovación de la junta directiva del colectivo que se ha quedado en suspenso. Tal y como nos indicaba López se esperan cambios que habrá que meditar y analizar.

Por otro lado, tampoco ha ayudado la búsqueda de una fecha que cuadre en el calendario, con eventos programados el 3 y 10 de diciembre en la Plaza del Ayuntamiento. El margen era limitado y arriesgado en el caso de que las condiciones meteorológicas no fueran favorables, ya que no permitían mover la fecha del 17 de diciembre. Por todas estas razones la asociación ha decidido celebrar el sábado 17 de diciembre una zambomba navideña en la Plaza de la Verdura, que si bien queda abierta a toda la ciudadanía, se concibe como una actividad más vecinal y de menor repercusión que el Belén Viviente, así como un punto de encuentro para debatir sobre el futuro de esta actividad en 2023.

María Carmen López, portavoz y secretaria de la Asociación de Vecinos de la Plaza de la Verdura