Si el año pasado los rescates de buitres leonados llegaron se prolongaron por las altas temperaturas hasta finales de diciembre, en este 2022 han comenzado mucho antes de lo que venía siendo habitual, entre los meses de julio y agosto. Ayer tenía lugar la primera caída de un ejemplar sobre el casco urbano de Ubrique en lo que va de año, siendo la primera vez que se constata en primavera. Tras un aviso ciudadano, efectivos de los bomberos lo recogían de la curva entre la gasolinera de Las Cumbres y el propio Parque Local en torno a las 21,00 horas, trasladándolo posteriormente al gallinero del ubriqueño Antonio García Pérez, acostumbrado desde hace décadas a recuperarlos. Hoy nos explicaba en ‘La Mañana’ de Radio Ubrique que parece tratarse del caso especial de un buitre adulto que se encuentra enfermo, y no como suele ocurrir en verano de ejemplares jóvenes que se desorientan y acaban cayendo por falta de agua y alimento. Esto es lo que sucedió en 2021 nada menos que en 14 ocasiones, registrándose el último rescate el 28 de diciembre.
El buitre había sido avistado por varios ubriqueños que avisaron a Antonio García, quien a su vez se puso en contacto con trabajadores de la gasolinera. Una vez localizado, fue rescatado por los bomberos, que lo trasladaron al gallinero. El ave presentaba síntomas de desnutrición, por lo que procedió a darle agua y carne de cerdo.
El siguiente paso es el contacto con el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA Dunas De San Antón) en el Puerto de Santa María si lo consideran necesario para completar su recuperación. Entretanto Antonio García hoy seguía alimentándolo y cuidándolo en su gallinero. En estos años han llegado a reunirse hasta 7 ejemplares a la vez, por la sucesión de rescates concentrados en pocos días sobre todo en la parte final del verano.
La provincia de Cádiz reúne cientos de parejas nidificadoras del buitre leonado, lo que supone 2/3 de toda la población en Andalucía y la mayor de toda Europa. Una buena parte de estos ejemplares se encuentra en el entorno de Ubrique, por lo que son relativamente frecuentes las caídas de estos animales incluso sobre el casco urbano en fechas de altas temperaturas, por el agotamiento ante la falta de agua y comida de las aves más jóvenes y al no encontrar las corrientes térmicas necesarias para tomar altura.
Antonio García insiste en la necesidad de crear algún muladar, cercado y regulado, en el que puedan contar con animales muertos y despojos. Además, ha hecho un llamamiento para que los testigos de estas situaciones no intenten recoger las aves, por el peligro de picotazos, que pueden provocar desgarros e infecciones, sino que den aviso a la Policía Local o bomberos.
Antonio García, recuperador de buitres leonados en Ubrique