Desde FACUA-Cádiz defienden que las modificaciones en el contrato solo pueden darse cuando existan motivos válidos, esté previsto en el contrato y supongan unas modificaciones que se adecúen a las características del documento firmado por ambas partes. La ley obliga a que estos cambios se comuniquen con un mes de antelación y será el consumidor el que pueda aceptar las nuevas condiciones o cancelar el contrato y hacer la portabilidad tanto de las líneas telefónicas como del resto de servicios como la televisión o el internet. Jesús Yesa, secretario general de FACUA-Cádiz, ha remarcado que, si tenemos suscrito un compromiso de permanencia, este queda completamente invalidado desde ese momento por lo que no tendremos que pagar ningún importe ya que el movimiento se produce por el incumplimiento del contrato por parte de la empresa. Del mismo modo, entiende que una modificación tan importante como el cambio de tarifa no se puede hacer con un comentario al final de la factura o un mensaje SMS, sino que debe hacerse por correo electrónico o postal. Si no somos conscientes de este cambio y se produce en la tarifa, tendremos igualmente un mes desde que nos percatemos para realizar la portabilidad.
En nuestro espacio de consumo hemos recordado que los establecimientos no están obligados a aceptar el pago con tarjetas de crédito o débito. La ley sólo los obliga a aceptar dinero en metálico. En el caso de permitir el pago con tarjeta, pueden poner los límites que quiera para su uso, como establecer una cantidad mínima. Lo que no puede hacer el comercio es incluirle un sobreprecio al uso de la tarjeta.
Por otro lado, hemos conocido que el punto en el que termina la responsabilidad de la empresa suministradora de aguas y empieza la del usuario en relación a las averías que pueda sufrir el servicio se encuentra n la denominada ‘llave de registro’, que no debemos confundir con la llave de paso, y que está delante incluso del contador del agua. Si la fuga o la avería se produce en la instalación interior de la vivienda, el usuario tendrá que asumir tanto la reparación como el coste de esa agua no consumida ya que nos corresponde el mantenimiento, reparación y consecuencias derivadas de cualquier avería.