Los efectos de la ola de calor en la que estamos ya inmersos ha obligado a las autoridades sanitarias a intensificar las campañas de prevención ante las elevadas temperaturas que se van alcanzar durante la jornada de hoy y hasta el próximo lunes. En nuestra localidad la Agencia Estatal de Meteorología anuncia entre 42º y 43º de máxima, durante los próximos cuatro días, oscilando los niveles de riesgo por alta temperaturas entre la alerta amarilla de hoy viernes y la naranja de mañana y el domingo. Ante estas circunstancias hoy en La Mañana hemos querido recordar los consejos generales para combatir las altar temperaturas y advertir ante el riesgo de trastornos que pueden provocar el calor. Para ello, hemo contado contado con el doctor Antonio Rodríguez Carrión quien nos ha descrito los signos de alarma a tener en cuenta ante un golpe de calor, recordando los grupos poblacionales más vulnerables al calor.
Tal y como se recoge en el Plan para la Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud, que se desarrolla entre el 1 de junio y el 15 de septiembre en Andalucía, la población más vulnerable son los mayores de 65 años, pacientes crónicos, personas con trastorno mental grave, menores de 4 años (especialmente lactantes) y personas que trabajan o realizan actividad física expuesta al Sol. Las temperaturas muy extremas producen una pérdida de líquidos y de sales minerales necesarias para el organismo. Las personas afectadas de algunas enfermedades crónicas pueden sufrir deshidratación y agotamiento. A estos grupos hay que prestar especial atención en estos días.
Trastornos por calor
El calor está relacionado con el agravamiento de enfermedades previas y determinadas patologías. Entre ellas, se encuentran el agotamiento o golpe por calor y la insolación. La exposición a elevadas temperaturas puede tener consecuencias graves para la salud.
Es importante conocer los síntomas de estos problemas para actuar de forma rápida y efectiva y minimizar los riesgos para la salud. Los síntomas que nos indican que se puede padecer un agotamiento por calor abarcan desde el dolor de cabeza, náuseas, mareos, vómitos, cansancio, sudoración, piel fría, pálida o húmeda, pulso rápido y débil, y fiebre menor de 40°C. Ante ellos se debe beber agua a sorbitos, permanecer en un lugar fresco, aflojar la ropa, y aplicar paños húmedos o duchas/baños de agua fría. Asimismo, se debe buscar atención sanitaria inmediata si se padecen enfermedades crónicas, si se tienen vómitos, o si los síntomas empeoran o duran más de una hora.
Por otro lado, ante síntomas que nos indiquen que se puede padecer insolación o golpe de calor, como son piel caliente y enrojecida, respiración y pulso acelerado y fuerte, fiebre mayor de 40°C, convulsiones, alucinaciones, irritabilidad o cambios del comportamiento y alteración del nivel de conciencia o desmayo, lo recomendable es ponerse en contacto inmediatamente con el 112 y mientras llega la ayuda mantener a la persona en un lugar fresco, ayudando a bajar la temperatura con paños fríos o un baño/ducha de agua fría sin proporcionar nada de beber.
Cabe destacar que los efectos del calor no afectan a todo el mundo por igual. Los colectivos con un mayor riesgo de sufrir los efectos de las altas temperaturas son las personas mayores, las mujeres gestantes, los lactantes y menores de 4 años, las personas con autonomía limitada, y aquellas que trabajan al aire libre.
Consejos Generales para combatir la ola de calor
Además de los efectos que en nuestra salud provoca las altas temperaturas, con el doctor Rodríguez Carrión hemos repasado el conjunto de recomendaciones que desde las autoridades sanitarias se están ofreciendo en estos días y que se resume en los siguiente:
- Durante los días de mucho calor, refréscate cada vez que lo necesites.
- Bebe agua abundantemente y haz que niños y ancianos también lo hagan, aunque no tengan sed.
- No tomes bebidas alcohólicas.
- Protégete de la exposición directa al sol.
- Evita la realización de esfuerzos físicos en las horas de más calor.
- Protégete del calor evitando salidas, actividades o esfuerzos desacostumbrados, si es inevitable, hazlo con sombrillas u otros elementos de protección.
- Permanece el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados.
- Usa ropa clara, ligera y que deje transpirar.
- Ten en cuenta que las altas temperaturas afectan especialmente a bebés, niños, ancianos y enfermos crónicos, préstales una atención especial.
En casa
- Cierra las ventanas y cortinas de las fachadas expuestas al sol y ábrelas de noche, facilitando las corrientes de aire.
- Mantén tus medicinas en lugar fresco, el calor puede alterar su composición y efecto.
- Sigue una dieta ligera, preferentemente de frutas y legumbres. Evita las comidas calientes y copiosas.
- Prepara los biberones en el momento de darlos.
- Usa el aire acondicionado o en su defecto ventiladores, si no los tienes procura ir a lugares públicos con refrigeración.
En la calle
- Si vas a salir a la calle, evita hacerlo en horas de calor extremas, desde el mediodía hasta el atardecer, procura estar a la sombra, lleva la cabeza protegida, usa ropa ligera de colores claros y lleva una botella de agua.
- En los desplazamientos por carretera lleva agua abundante y sigue las recomendaciones de las autoridades y agentes del tráfico.
- No te quedes ni dejes a nadie en el coche con las ventanas cerradas.
- Evita las actividades deportivas y disminuye la actividad física en las horas de más calor.
Ante la exposición prolongada al sol
- Evita la exposición prolongada al sol en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas) o quedarse dormido al sol.
- Protege adecuadamente la piel, la cabeza y los ojos con ropa, sombreros o gorros y gafas de sol.
- Utiliza productos de protección solar adecuados a su edad, tipo de piel y zona del cuerpo en la que se aplican. Estos protectores deberán aplicarse treinta minutos antes de exponerse al sol y renovarse cada dos horas y después de cada baño.
- Protege especialmente a los niños y evita que los menores de 3 años estén expuestos al sol y no olvides que el riesgo de quemaduras se incrementa con la altura.
- Si estás tomando medicación, comprueba que ésta no afecta a la sensibilidad a la radiación ultravioleta.
Para evitar problemas con la alimentación
- Extrema las medidas de higiene, sobre todo el lavado frecuente de manos, así como una correcta limpieza de la cocina.
- Consume alimentos que hayan sido tratados o manipulados higiénicamente y, por tanto, que procedan de establecimientos autorizados.
- No interrumpas la cadena del frío de los alimentos y no consumas aquellos que te infundan dudas o hayan estado expuestos al sol o altas temperaturas.
- Ten especial precaución con los alimentos que contengan huevo. Guárdalos en la nevera, lava las cáscaras antes de su preparación y consúmelos en seguida.
- Cocina suficientemente los alimentos para que no queden crudos y consúmelos inmediatamente después de ser cocinados.
- Evita el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados.
- Utiliza exclusivamente agua potable tanto para beber como para lavar o preparar los alimentos.
Al margen de estas recomendaciones para combatir la ola de calor, el doctor Antonio Rodríguez Carrión ha querido recordar que con las altas temperaturas aumenta el riesgo de incendios, instando a la ciudadanía para colabora en caso de observar algún conato o incendio forestal avisar inmediatamente al 112 explicando la situación del incendio, ofreciendo cualquier indicación que pueda ser utilidad para su extinción.
Antonio Rodríguez Carrión