Un estudio impulsado por la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante) sobre la incidencia de la cuarentena en los niños refleja que el 89% presentó alteraciones en el comportamiento. La investigación, con la participación de 1.143 padres y madres de España e Italia, ha destacado que los cambios más comunes de los menores en nuestro país fueron una mayor dificultad para concentrarse (69%), aburrimiento (49%), más inquietud (45%), nerviosismo (44 %), irritabilidad (43%), propensión a discutir con la familia (40%), intranquilidad (38%), mayor dependencia de los padres (36%), enfado (32%), problemas de comportamiento (30%) y mayor preocupación en general (27%). Este mayor tiempo de convivencia en los hogares ha conllevado más situaciones de conflicto, por lo que existe en muchos padres la sensación de peor comportamiento de sus hijos.
La pedagoga y psicoterapeuta ubriqueña Lourdes Castro ha destacado hoy en nuestra Consulta de Psicología Infantil y Juvenil las alternativas existentes al castigo ante un mal comportamiento. Cada vez más expertos coinciden en señalar que los castigos introducen a nuestros hijos en una espiral de sentimientos negativos, retraimiento y culpabilidad, que puede llevar a bajar su autoestima, y no sirven para educar ni contribuir a su aprendizaje. Eso sí, es imprescindible establecer límites a los menores, y no existen fórmulas mágicas para poner en marcha cada vez que se comportan mal. En todo caso, padres y madres podemos seguir una serie de pautas, como tener paciencia y no reaccionar de forma automática, sino responder después de reflexionar y analizar cada situación. Lo más importante es que la rectificación de ese mal comportamiento llegue a través del aprendizaje y no mediante el castigo o el miedo.
Consulta de Psicología Infantil y Juvenil, con Lourdes Castro, pedagoga y psicoterapeuta