El Hotel Sierra de Ubrique, con varias habitaciones ocupadas por profesionales del sector de la Piel, reabrirá restaurante y terraza desde el 25 de mayo. Carlota Plaza también ha retomado la actividad este lunes, mientras que el Hotel Ocurris esperará al 1 de junio y mantiene sus camas a disposición del Ayuntamiento.
Aunque sin garantías en cuanto a próximas reservas, los alojamientos turísticos de Ubrique han comenzado a retomar su actividad de manera progresiva desde este pasado lunes, coincidiendo con la entrada en vigor de la fase 1 de la desescalada. Con lógica preocupación e incertidumbre, pero con la ilusión de una nueva etapa y la confianza que dan el haber adoptado las medidas necesarias de higiene y prevención. Así vuelven a arrancar, tal y como nos reconocía hoy en ‘La Mañana’ de Radio Ubrique Antonio Gil, trabajador e integrante de la familia propietaria del Hotel ‘Sierra de Ubrique’. En su caso, la apertura no responde a criterios de rentabilidad, sino al objetivo de dar servicio a clientes habituales que necesitan de alojamiento. De las 27 habitaciones de que disponen, durante esta semana contarán sólo con una ocupación de entre el 5% y el 8%, lo que supone de 1 a 3 habitaciones, pero, en cambio, están dando respuesta a la petición de profesionales del sector de la Piel, representantes de pieles y control de calidad.
Por visitas turísticas aún ven difícil la llegada de clientes, sobre todo porque en todo porque la procedencia aún sólo puede ser de la propia provincia, y también por las propias reticencias y el miedo que genera la actual situación de pandemia. De cara al futuro, sí que ven con optimismo la posibilidad de que muchas personas elijan este verano destinos de interior, para evitar las aglomeraciones de la costa.
Durante los casi dos meses que han permanecido cerrados han desarrollado labores de mantenimiento, atentos a las posibles novedades sobre las medidas de higiene y prevención exigidas a hoteles y alojamientos turísticos. En este sentido, han dispuesto en todas las instalaciones geles y guantes, así como mamparas de protección en distintos puntos. En las habitaciones se han suprimido alfombras, cojines, folletos informativos, y otros elementos porosos o que pueden ser manipulados. En las labores de limpieza y desinfección los trabajadores portan sus respectivos EPIs e incluso prevén dejar 24 horas de diferencia para un nuevo uso e intercalar habitaciones vacías entre las ocupadas.
Los servicios de restauración y cafetería no pueden prestarse en esta fase aún en las zonas comunes del hotel, que deben permanecer cerradas, sino en todo caso en las propias habitaciones o en terrazas. De todas formas, el Hotel Sierra de Ubrique ha preferido esperar a la posible fase 2 a partir del 25 de mayo para reabrir su restaurante. Para entonces ya han dispuesto distancia suficiente entre mesas y una carta digital por código QR, entre otras medidas.
De cara al verano es una incógnita si podrán abrir su piscina. En estos momentos no se permite el uso de piscinas, spas, gimnasios, miniclubs, zonas infantiles, discotecas, salones de eventos y de todos aquellos espacios análogos que no sean imprescindibles para el hospedaje.
Las pérdidas para los alojamientos locales han sido muy importantes dadas las fechas en que se inició el estado de alarma, coincidiendo con la Semana Santa, la Subida Ubrique, o el puente de mayo, y más aún en el caso de hoteles como el Sierra de Ubrique que cuenta con salón de celebraciones. La mayor parte de reservas para bodas y comuniones se han aplazado para el futuro, si bien algunos clientes las mantienen aún a partir de septiembre a la espera de acontecimientos. A pesar de todo, afrontan estos momentos como un reto y una nueva situación que están preparados para afrontar.
Antonio Gil, integrante de la familia propietaria del Hotel Sierra de Ubrique