El mobiliario, recipientes y el vestuario en la tradición marroquinera ubriqueña han acaparado el protagonismo hoy en nuestro espacio ‘Alma Petaquera’ en ‘La Mañana’ de Radio Ubrique. En concreto, términos como delantal, pañete, banqueta, banquillo, liara o parihuelas, que forman parte del ‘Manual del Petaquero’, y todo ello con el objetivo en común de proteger y poner en valor el patrimonio cultural del sector de la piel. En esta ocasión, con la participación del director de la Escuela de Artesanos, Juan Enrique Gutiérrez, y los integrantes del grupo de expertos Prudencio De Miguel, Antonio Avelino, Rafael Benítez, y Martín Blanco.

Como se recoge en el Manuel del Petaquero, y uniendo con el programa de la pasada semana, hemos recordado la habitual ropa de trabajo en las antiguas fábricas, como era el delantal en el caso de las petaqueras, y el pañete los petaqueros. Hoy día aún se mantienen en menor medida, aunque con más colores además del blanco, y con mayor presencia de batas.

En el capítulo de mobiliario del sector marroquinero, nos ocupábamos de la ‘banqueta’ o mesita auxiliar de madera con una bandeja en su parte
superior que se colocaba al lado de cada petaquero en los laterales de la mesa de trabajo. La banqueta se utilizaba para depositar las herramientas, pues la mayoría de las mesas de trabajo carecían de cajones, así como los ‘moldes’, los ‘monta vistas’, las ‘figuras’ para recortar, etc. También se utilizaba para situar cartones a medida donde se colocaban las piezas pegadas con almidón.

Por su parte, el ‘banquillo’ era el asiento tradicional del artesano marroquinero ubriqueño y la utilización de la palabra iba más allá de su función. Todos en Ubrique conocemos la expresión popular “Ir al banquillo” que significa ir a trabajar. Los banquillos se desgastaban en los travesaños donde se apoyaban los pies, por lo que no era de extrañar que algunos contaran con una marca característica. Los destinados al bolso eran más
altos, pues las mesas eran de mayor altura.

En Alma Petaquera también hoy hemos recordado la ‘liara’, un recipiente que se elaboraba con parte de la asta aserrada de un toro o vaca, y que servía para contener el engrudo o almidón. En su parte más ancha, la de abajo, se colocaba un corcho a la manera de cierre. Cuando había corrida de toros, los petaqueros se acercaban al matadero para solicitar los cuernos del astado, que enterraban para luego poder sacarle el tuétano con mayor facilidad. Un carpintero era, usualmente, el encargado de realizar las liaras y de un cuerno se solían sacar dos.

Además, entre este mobiliario y herramientas con gran protagonismo de los carpinteros se encontraba también la ‘parihuela’, una plataforma de madera con dos asideros a cada lado que se utilizaba para transportar entre dos personas todo tipo de cosas para las fábricas. En casi todas había una parihuela para el envío de cajas o paquetes. Se enviaban a Correos y a transportistas que tenían el servicio de Renfe, y a otros que hacían rutas hacia Sevilla preferentemente.

‘Alma Petaquera’, 20 enero 2020