El curso de andrología que desde la Escuela de Salud le estamos ofreciendo con el doctor Antonio Rodríguez Carrión ha tratado hoy las enfermedades del pene. El pene curvado la hipospadia, la fimosis, el frenillo del pene corto y las pápulas perladas, han sido las enfermedades que han centrado el espacio de hoy.

Además en el apartado de Noticias Sanitarias hemos conocido las causas del brote de sarampión que afecta a Europa, el nombramiento del médico Jesús Aguirre  como nuevo consejero de Salud y Familia de la Junta de Andalucía y la efémeride sobre la aplicación del tratamiento con insulina en pacientes diabéticos.

En el Consultorio, hemos dado respuesta a las dudas médicas planteadas por los oyentes y explicado la diferencia entre la EPOC Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica y la bronquitis.

El pene curvado o la enfermedad de La Peyronie consiste en que el pene se dobla por la mitad al ponerse en erección. Se observa casi exclusivamente en la raza blanca y aparece en 1 de cada 100 hombres adultos a cualquier edad, aunque la mayoría de los casos se dan entre los 45 y 60 años. Si la curvatura del pene es muy acentuada hay que recurrir a la cirugía.

La hipospadia se da cuando el orificio de salida de la uretra no está situado en el extremo del glande, sino en cualquier lugar del pene que mira hacia el suelo. Se presenta en 1 de cada 300 recién nacidos y el tratamiento es quirúrgico.

La fimosis se presenta cuando la abertura del prepucio es tan pequeña que impide su completo desplazamiento hacia atrás cuando el pene está en erección, por lo que el glande no puede quedar al descubierto. En 9 de cada 10 recién nacidos es difícil desplazar hacia atrás el prepucio, pero a los 3 años en 9 de cada 10 niños el prepucio ya se desplaza hacia atrás fácilmente. A los 17 años, 1 de cada de cada 50 jóvenes tiene fimosis. La circuncisión es el tratamiento.

Para el frenillo del pene corto puede dificultar o impedir las relaciones sexuales y se trata aplicando anestesia local y cortar ese trocito de piel. Las pápilas perladas son unos granitos de color rosado  que aparecen en la parte más ancha del glande, que no tienen relación con el cáncer, ni con infecciones, ni con la higiene, ni con las relaciones sexuales, no representando ningún problema de salud, por lo que no precisan tratamiento.

Escuela de Salud 23 de enero 2019