Nuestra Escuela de Salud continua desarrollando el I Taller radiofónico de Primeros Auxilios que coordina el doctor Antonio Rodríguez Carrión, y que hoy ha abordado la reanimación cardiopulmonar y la pérdida de conocimiento. Desde las causas o signos de la parada cardiorespiratoria, hasta la forma de actuar ante este tipo de emergencias, que tienen como característica en común la necesidad de actuar de forma rápida y eficaz, puesto que transcurridos tres minutos provoca lesiones cerebrales irrecuperables o la muerte a los cinco minutos de no llegar sangre al cerebro.
Decenas de miles de persona mueren cada año en España a consecuencia de parada cardiorespiratoria, muchas de las cuales podrían haber salvado la vida si personas cercanas hubiesen sabido realizar una reanimación cardiopulmonar básica. Por todo ello, se hace más que recomendable que los ciudadanos participen en talleres0 para adquirir el correspondiente adiestramiento.
La Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) es el conjunto de maniobras que se aplica a una persona en parada cardiorespiratoria al objeto de llevar suficiente oxígeno a sus órganos vitales, especialmente al cerebro. Ante este tipo de emergencias, el primer paso debe ser adoptar la correcta posición de diagnóstico y reanimación, tanto del socorrista como del afectado, para posteriormente despejar posibles obstáculos de la vía aérea.
A continuación, se procederá a diagnosticar si existe pérdida de conocimiento, comprobando que la víctima responde o no a estímulos, y si se registra respiración. Si la respuesta es positiva se debe colocar al paciente en posición lateral de seguridad hasta que llegue el Servicio de Urgencias (sin dejar de vigilar al paciente por si apareciera parada respiratoria). Pero si no hay respiración implica que hay parada cardíaca, por lo que hay que pedir ayuda inmediata a Emergencias Sanitarias y comenzar la RCP.
Mientras llega la ayuda, el socorrista realizará el masaje cardíaco y la respiración artificial extendiendo sus brazos perpendicularmente a la víctima, colocando el talón de una mano en la mitad del esternón y la otra mano encima. Deberá apretar el esternón dejando caer el peso del cuerpo, haciendo una presión que ocasione un descenso de unos 5 cms, con una frecuencia de 100-120 compresiones por minuto (dos compresiones por segundo). Después de cada 30 compresiones se hacen 2 insuflaciones, lo que se denomina un ‘ciclo’. Así, cada 5 ciclos (dos minutos) se hará una pausa de 5 segundos para comprobar si la víctima respira espontáneamente.
Una persona está consciente cuando reconoce los estímulos que le llegan y es capaz de reaccionar a ellos. Esta reacción puede ser un movimiento, un quejido,…Cuando la inconsciencia no es completa y puede responder a algunos estímulos con actos lentos, torpes y confusos, se dice que esa persona estás semiinconsciente, aturdida, confusa, desorientada, o tiene alteración del estado mental, en este caso la persona siempre respira y, por tanto, le late el corazón y tiene pulso.
Cualquier alteración del nivel de conciencia, completa o incompleta, que aparece de forma brusca y no recupera el conocimiento antes de un minuto debe ser considerada como una emergencia. Este estado puede durar poco tiempo y recuperarse la normalidad, o ser irreversible y conducir a la muerte.
Una persona inconsciente puede estar respirando o no. Si respira implica que el corazón late y, por tanto, tiene pulso (no está en parada cardiorespiratoria). Si no respira implica que tiene parado el corazón y, por tanto, no tiene pulso (está en parada cardiorespiratoria).
Por ello, ante una persona inconsciente con parada respiratoria hay que considerarlo también como parada cardíaca sin perder tiempo en intentar tomar el pulso, y hay que proceder de inmediato a llamar a Emergencias (112) y a realizar la reanimación cardiopulmonar.
Escuela de Salud, 15 noviembre 2017