Un hermano es un rival y un cómplice, una persona con la que compartir una relación especial, única y también extrema, se trata de uno de los vínculos más fuertes y duraderos que existen. Como padres es fundamental conocer a nuestros hijos para acompañarlos en su camino vital, ya que nuestro comportamiento puede afectar a ese vínculo que se establece entre hermanos.

Sobre las relaciones fraternales, los roles que suelen asumir los hijos en la denominada constelación familiar, (la posición que uno ocupa en la secuencia de hermanos determina en cierta medida cómo somos) y las pautas para crear una buena relación, hemos hablado hoy con la psicoterapeuta y pedagoga, Lourdes Castro en la Consulta de Psicología Infantil y Juvenil de Radio Ubrique.

Según Castro somos padres diferentes para cada uno de nuestros hijos, porque ellos y sus necesidades son diferentes, por lo que no podemos educarlos iguales. Su comportamiento está relacionado con su posición en la familia, de este modo el hermano mayor asume el rol de triunfador, de responsable en búsqueda de la admiración de sus progenitores, el hermano mediano es el mediador, compresivo, cooperativo y muy sociable, mientras que el hermano pequeño es el creativo y el que dispone de mayor libertad.

La llegada de un nuevo miembro a la familia, provoca uno de los momentos críticos que generan incluso regresiones evolutivas en el menor. Aclarar que la diferencia va en la edad y no en el cariño es fundamental, prepararlos para que no se sientan invadidos y repartir los tiempos. Asimismo, los padres deben saber afrontar los celos entre hermanos, no comparándolos y buscando el apoyo entre los hijos. Otras de las Pautas indicadas son educar en la individualidad, dedicar tiempo y atención por separado, evitar entrar en sus disputas y fomentar la comunicación.

Consulta de Psicología Infantil y Juvenil 17 de abril