Desde que en 1989, el Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas de Cádiz, asumiera el testigo del Hospital de Jerez en las campañas de donaciones en la provincia, Ubrique ha sido un referente en el volumen de donaciones alcanzadas en la comarca. Se trata de un orgullo para el ubriqueño ser donante de sangre y es una tradición que se hereda de padres a hijos.
Así lo ha manifestado hoy, en La Mañana de Radio Ubrique, el coordinador del Centro Regional, Miguel Ángel Barbero, al referirse al Día Mundial del Donante, que se conmemora en la jornada de este martes 14 de junio. Con Barbero, hemos conversado de los donantes, de las transfusiones de sangre y del actual sistema que salva la vida de los pacientes gaditanos.
Según la Organización Mundial de la Salud este día pretende “agradecer a los donantes su contribución voluntaria y desinteresada, que permite salvar vidas humanas, y concienciar sobre la necesidad de donar sangre con regularidad para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y productos sanguíneos para quienes lo necesiten”.
“Las transfusiones de sangre contribuyen a salvar millones de vidas cada año. Permiten aumentar la esperanza y la calidad de vida de pacientes con enfermedades potencialmente letales, así como llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos”.
Barbero ha aprovechado para destacar que es en esta época, cuando arranca la Campaña de Verano, el periodo vacacional más complicado para obtener donaciones. Sin embargo, ha recordado que las necesidades siguen siendo las mismas. Cada día se requiere para abastecer al los hospitales de la provincia, entre 150 y 180 donaciones diarias.
En España al igual que en el resto de la Unión Europea, las donaciones son voluntarias y altruistas, al contrario que sucede en otros países, según la OMS, alrededor de 40 países siguen dependiendo de donaciones procedentes de familiares o incluso de donantes remunerados.
La fecha de nacimiento del descubridor de los diferentes tipos de sangre, Karl Landsteiner en un 14 de junio, determinó la data de la efeméride que hoy se rememora. Algo tan cotidiano y básico como el proceso de trasfundir sangre, se remonta a principios del siglo XX, cuando este austriaco identificó los diferentes tipos de sangre, y que la incompatibilidad entre la sangre del donante y del receptor podía causar la muerte (en 1901 describió el sistema de ABO y en 1940 el sistema Rh). Barbero ha recordado el origen histórico de las transfusiones, destacando los mecanismo y tecnologías que en la actualidad se aplican en el Centro Regional, para sacar el máximo rendimiento a las donaciones.
Miguel Ángel Barbero, coordinador del Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas de Cádiz